Mindfulness es una palabra inglesa que podemos traducir a nuestro idioma como “Atención plena”. Para Jon Kabat Zinn, profesor emérito de medicina en la Universidad de Massachussets y creador del programa MBSR (Reducción de Estrés basado en la Atención plena), Mindfulness consiste en “Prestar atención de manera intencional al momento presente y sin juzgar.
En la actualidad el programa MBSR y otros basados en la práctica de mindfulness se han ido investigando e implementando en diferentes contextos relacionados con la salud, la educación o el ámbito empresarial, con el fin de ayudar a las personas a desarrollar habilidades que favorezcan un mayor bienestar físico y emocional.

Existen diversas prácticas de mindfulness que pueden ser adaptadas a cualquier edad y necesidad. Estas prácticas incluyen la atención a la respiración, las sensaciones corporales, las emociones y los pensamientos. A través de ellas, aprendemos a relacionarnos de un modo más flexible con nuestra propia experiencia y cultivamos una actitud más amable hacia nosotros mismos y nuestro entorno.

• Durante las ocho semanas de participación en el taller, aprendemos a desarrollar las habilidades básicas para la práctica de mindfulness.
• Se trata de un taller de 8 sesiones, con periodicidad semanal y con una duración de 90 minutos aproximadamente cada sesión.
• Las sesiones se llevan a cabo con grupos reducidos (máximo 10 personas).

Comprender la idea de estar conectado con el momento presente puede parecer fácil, pero en realidad puede resultar complicado de aplicar en la práctica. Y esto es porque, tal y como muestran los estudios, nuestro cerebro se pasa la mayor parte del tiempo funcionando de manera automática y por tanto, distraído de la experiencia actual. En ese contexto, se encuentra activada una zona conocida como “Red neuronal por defecto”. Lo que las investigaciones han demostrado, es que cuando nos pasamos mucho tiempo en ese estado, nos volvemos más vulnerables a la hora de experimentar malestar psicoemocional. Aprender habilidades básicas de la práctica de mindfulness e implementarlas en nuestro día a día, favorece la desconexión de ese circuito permitiendo la activación de otras zonas en nuestro cerebro que están más asociadas con la atención, la toma de decisiones, la autorregulación, el bienestar psicoemocional y el autocuidado.

En la actualidad, son muchos los programas basados en mindfulness que se están implementando en diferentes contextos, tales como Centros Hospitalarios y de atención primaria, Centros Educativos y Empresariales y de manera general para todas aquellas personas que desean mejorar su bienestar psicoemocional.